20080710

La idea es dejar marca...


Yo se que este blog trata sobre diseño, sin embargo el fin reside en trascender...

Fahrenheit 451
(Extracto)
Ray Bradbury

-Escuche -dijo Granger, cogiéndole por un brazo y andando a su lado, mientras apartaba los arbustos para dejarle pasar-. Cuando era niño, mi abuelo murió. Era escultor. También era un hombre muy bueno, tenía mucho amor que dar al mundo, y ayudó a eliminar la miseria en nuestra ciudad; y construía juguetes para nosotros, y se dedicó a mil actividades durante su vida; siempre tenía las manos ocupadas.

Y cuando murió, de pronto me di cuenta de que no lloraba por él, sino por las cosas que hacía. Lloraba porque nunca más volvería hacerlas, nunca más volvería a labrar otro pedazo do madera y no nos ayudaría a criar pichones en el patio ni tocaría el violín como él sabía hacerlo, ni nos contaría chistes. Formaba parte de nosotros, y cuando murió todas las actividades se interrumpieron, y nadie era capaz de hacerlas como él. Era individualista. Era un hombre importante. Nunca me he sobrepuesto a su muerte.

A menudo, pienso en las tallas maravillosas que nunca han cobrado forma a causa de su muerte. Cuántos chistes faltan al mundo, y cuántos pichones no sido tocados por sus manos. Configuró el mundo, hizo cosas en su beneficio. La noche en que falleció, el mundo sufrió una pérdida de diez millones de buenas acciones.

2 comentarios:

Juan Pablo Dardón dijo...

Que grueso ese texto vos! Directo al buen accionar y accionar bien... pan para mi matate, saludos mano y gracias por el headder

Petoulqui dijo...

Fahrenheit 451 es uno de mis libros favoritos (aún cuando no aparezca en mi top ten de novela) y Ray Bradbury es uno de los autores que más admiro, justo por lo que refleja este texto: que en medio de una historia de ciencia ficción distópica, y como reiterando el tema, Ray va al corazón mismo del ser humano. Su obra está viva.

Gracias por recordarnos esta parte. Lo máximo.

Saludos,

Julio E. Pellecer S.