20110324

Nos asusta saber quiénes somos

Conócete a ti mismo, no supongas que hay un Dios que investigar;
El estudio propio de la Humanidad es el Hombre.
Situado en el istmo de este estado intermedio,
Un ser de oscura sabiduría y ruda grandeza;
Con demasiado conocimiento como para alinearse con los escépticos,
Con demasiada debilidad como para convertirse en el orgullo de los estoicos,
Pende a medio camino, dudando si actuar o descansar,
Dudando si considerarse como un Dios o como una Bestia,
Dudando si preferir su Cuerpo o su Mente,
Nacido sólo para morir y razonando sólo para errar;
Tan ignorante, pues tal es su razón,
si piensa demasiado poco como si lo hace en exceso:
Un caos de Pensamiento y de Pasión confundidos;
Siempre por sí sólo engañado o desengañado;
Creado a medias para elevarse y a medias para caer;
Gran señor de todas las cosas, pero presa de todas ellas;
Único juez de la Verdad, arrojado al Error sin fin:
¡Gloria, burla y enigma del mundo!
¡Ve, criatura maravillosa! Sube donde la ciencia te guía,
Ve, mide la tierra, pesa el aire y fija las mareas;
Instruye a los planetas qué orbitas seguir,
Corrige al viejo Tiempo y regula al Sol;
Ve, elévate con Platón hasta la empírea esfera,
Hasta el bien primero, hasta la perfección y la justicia primigenias;
O recorre el laberinto que recorrieron sus seguidores;
Y perdido el juicio clama imitando a Dios;
Igual que corren vertiginosos círculos a los sacerdotes orientales
Y giran sus cabezas para imitar al Sol.
Ve, enseña a la Eterna Sabiduría cómo gobernar,
Luego vuelve en ti y sé un estúpido.

Alexander Pope
Essay on Man

1 comentario:

David Lepe dijo...

ese tal Pope sí sabe